Hemos oído hablar de tejidos capaces de cambiar de color, según el grado de luz, de los que mejoran el rendimiento de los deportistas, pero la microelectrónica y la nanotecnología, aplicada a los llamados e-tejidos o smart textiles (tejidos inteligentes), está ganando enteros en el campo de la salud. En este artículo repasamos algunos de los productos que se están desarrollando pensando en mejorar la calidad de vida de las personas que conviven con enfermedades como, por ejemplo, las ERyMEs
¿Te imaginas poder reducir el dolor crónico con sólo llevar una camiseta? Parece increíble, pero la investigación científica en campos como la nanotecnología o la microelectrónica, en colaboración con la industria textil están consiguiendo buenos resultados.
Según cuentan los anales de la historia científica, la mayoría de avances tecnológicos de aplicación en nuestra vida diaria han tenido un origen militar o bien nacieron en la Agencia Espacial de Estados Unidos, la NASA . Este es el caso de la marca patentada, Ekatom. Según cuentan en su página web, «la tecnología Ekatom está basada en la fotobioestimulación celular fue investigada en su inicio como parte del programa espacial de la NASA en los años 60, con el objetivo de mejorar la salud de sus astronautas, aplicada a la fibra textil». Este invento, cuya empresa lidera el ex-entrenador de la selección Española de fútbol, Fernando Hierro, aporta beneficios como: reducción del dolor, incremento de los niveles de oxígeno o reducción de bacterias y patógenos en la piel.

Foto: Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT
Pero existen otras investigaciones universitarias en el sector de los textiles inteligentes que también buscan aplicaciones en el campo de la salud. El laboratorio de investigación periodística sobre innovación, Tungsteno, explica en un artículo que la unión entre la fibra textil y la nanotecnología «ya permite detectar alteraciones en el ritmo cardíaco e incluso hasta replicar la composición de la piel humana para poder “tejer” heridas y favorecer su curación». En este sentido, la Revista Española de Cardiología, explica que los pioneros fueron «investigadores del Massachusetts Institute of Technology. Comenzaron a explorar la posibilidad de integrar microprocesadores en tejidos textiles. Desde entonces, 3 áreas de innovación han favorecido extraordinariamente el desarrollo de las «prendas inteligentes»: la incorporación de nuevas fibras en los tejidos (p. ej., materiales conductores), la miniaturización de la electrónica y el desarrollo de la comunicación inalámbrica. Esto último ha hecho posible que las prendas se comuniquen e interactúen con los ordenadores personales y con los teléfonos móviles».
La mayoría de proyectos están aún en fase de prototipo, pero cada vez podemos encontrar más prendas de tejido inteligente en el mercado de la moda. Lo que están ideando los investigadores, incluye camisetas que alivian el dolor de espalda crónico, prendas con sensores que permiten medir la frecuencia respiratoria en pacientes con enfermedad pulmonar crónica o incluso una camisa que administra descargas a pacientes que experimentan problemas cardíacos graves.
Algunos expertos ven un gran futuro al tejido inteligente aplicado a la medicina, porque «estas prendas que registran la frecuencia cardíaca, la presión arterial, o el nivel de oxígeno pueden reemplazar, por completo el monitoreo de cabecera en los hospitales».
¿Utilizas alguna prenda inteligente? Cuéntanos tu experiencia.
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