En esta segunda entrega divulgativa para promocionar la campaña #ReumaFit de la Sociedad Española de Reumatología, nos centramos en los beneficios que puede conseguir un paciente de enfermedades reumáticas con el ejercicio físico

 

Según explican los médicos del proyecto «Por tus huesos ponte en forma», los beneficios asociados a la actividad física y al ejercicio se pueden clasificar en tres grandes grupos que están interrelacionados:

Además de los beneficios generales, compartidos con el resto de la población general y ya sobradamente conocidos, los expertos reumatólogos afirman que el ejercicio físico aporta:

Foto: Marcos Paulo Prado para Unsplash

Foto: Marcos Paulo Prado para Unsplash

Beneficios específicos en las enfermedades reumáticas. Aunque varía según el cuadro clínico, podemos hablar de dos tipos de efectos de gran relevancia:

1. Preventivo. En muchos estudios se ha visto que los pacientes que llevan a cabo actividad física y ejercicio terapéutico de forma habitual tienen menos síntomas, mejor calidad de vida y menos limitación funcional.

2. Terapéutico. El ejercicio es el principal tratamiento no farmacológico. Puede mejorar el dolor, la debilidad y la pérdida de masa muscular y ósea, la forma física, la movilidad, la fatiga, el descanso nocturno, el estado de ánimo, la limitación funcional, la calidad de vida, etc.

Pero aún hay más!

Beneficios para otros problemas asociados (comorbilidad) muy frecuentes. Por ejemplo, en las espondiloartritis y en la artritis reumatoide son más frecuentes las enfermedades cardiovasculares, la sarcopenia (pérdida de masa muscular) y la osteoporosis (pérdida de la masa ósea). En las personas con artrosis es más frecuente la diabetes de tipo 2 (asociada o no al síndrome metabólico). En la artritis psoriásica y en la artrosis de rodilla es frecuente la obesidad.

Todos estos cuadros clínicos pueden mejorar con el ejercicio. Es habitual que los pacientes combinen varios de estos problemas, donde el ejercicio es un aspecto básico del tratamiento. Determinadas comorbilidades, además de disminuir la calidad de vida, pueden tener relaciones complejas con el curso de la enfermedad. En el caso de la obesidad, por ejemplo, existe una relación entre el depósito de la grasa visceral (abdominal) y el grado de inflamación. El aumento de tejido graso incrementa la inflamación de bajo grado y, en los pacientes que consiguen perder peso, disminuye la actividad de la enfermedad. La obesidad no solo incrementa la limitación funcional, sino que, además, disminuye la respuesta al tratamiento con biológicos en artritis reumatoide, espondiloartritis axial y artritis psoriásica.

En este artículo, reproducimos los consejos que también puedes encontrar en: https://inforeuma.com/reumafit/

La Fundación Española de Reumatología (FER) ha lanzado la campaña #ReumaFIT para promocionar la importancia del ejercicio físico en los pacientes con enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas (ERyMES). En la Liga Reumatológica Española (Lire) estamos convencidos de los múltiples beneficios que aporta el ejercicio constante a las personas en general y a las que sufren alguna de las ERyMES . Por eso hemos decidido sumarnos a la campaña #ReumaFit. ¿Te apuntas?

En el próximo artículo te hablaremos de ejercicios específicos para enfermedades reumáticas.