la Liga Reumatológica Española (Lire), COCEMFE y su Movimiento Asociativo reclaman agilizar la aprobación definitiva del nuevo baremo de discapacidad  para que las personas puedan acceder al sistema de derechos que trata de compensar la falta de igualdad de oportunidades y el sobrecoste que supone tener una discapacidad

Con motivo del Día Nacional de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas, que se celebra el próximo lunes, 3 de mayo, Lire, COCEMFE y su Movimiento Asociativo reclaman la puesta en marcha del nuevo baremo de valoración del grado de discapacidad, ya que representa la puerta de acceso al sistema de derechos establecidos en nuestro país y lleva más de 20 años sin renovarse.

La presidenta de la Liga Reumatológica Española (Lire), Ana Vázquez, considera que «La actualización del baremo es primordial para las personas con enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas y muy especialmente para los más jóvenes. Actualmente el baremo no valora de una manera justa y real este tipo de enfermedades y las limitaciones que provocan a quienes las padecemos».  «Hoy por hoy,  – añade Vázquez- en pacientes jóvenes y en la infancia no se valora la cantidad de veces que se debe acudir a consultas, a tratamientos en el hospital, y estar sometidos a una medicación que merma las actividades de la vida diaria y la relación con el entorno». En este sentido, la vicepresidenta de Lire, Elisenda de la Torre, ha manifestado que «las personas que convivimos con enfermedades reumáticas vemos disminuida nuestra calidad de vida por el dolor,  la fatiga y la rigidez que acompañan a estas enfermedades, por eso es necesario que estos parámetros sean tenidos en cuenta a la hora de la valoración de la discapacidad».

“No podemos esperar más”, afirma el presidente de COCEMFE nacional, Anxo Queiruga, tras el anuncio por parte del IMSERSO esta semana de que el nuevo baremo se aprobará de forma definitiva en el año 2022. Según Queiruga, “es necesario y urgente que se agilicen todos los trámites para que el nuevo baremo se ponga en marcha lo antes posible”, el cual ha sido consensuado entre organizaciones, como COCEMFE, con el Gobierno y las comunidades autónomas.

El baremo del grado de discapacidad es la herramienta que ‘mide’ las dificultades que tiene una persona con una determinada enfermedad o condición para desenvolverse en la sociedad en igualdad de condiciones y le permite la entrada al sistema de derechos establecidos en España gracias a la obtención del certificado de discapacidad.

Así mismo, la abogada especialista en discapacidad, y miembro de Lire, Sonsoles Sueiro, ha declarado: «esperamos que el nuevo baremo valore y enfoque la discapacidad desde una perspectiva mucho más amplia que la estrictamente médica: ha de tener un enfoque psicobiosocial, alineándose de esta manera con las recomendaciones dadas por la OMS». En este sentido, Lire considera que «debe valorar el contexto en el que se desarrolla la persona con discapacidad y tomar en consideración las limitaciones y dificultades que esa persona tiene en su vida diaria y cómo su discapacidad influye en su integración en todos los ámbitos de la vida social». Por ejemplo, es el caso de situaciones como la fatiga o el dolor, los efectos de la carga del tratamiento, enfermedades reumatológicas y enfermedades que cursan con brote, impidiendo que estas personas obtengan la valoración del grado de discapacidad que les debería corresponder y dificultando todavía más su inclusión y participación activa en la sociedad.

Concretamente, no obtener el certificado de discapacidad se traduce en falta de adaptación curricular en la educación, dificultades de acceso y mantenimiento del empleo, no poder acceder a plazas específicas para personas con discapacidad en las oposiciones, dificultades para acceder a ciertas prestaciones económicas, pérdida de amistades y relaciones por la dificultad de relacionarse con el entorno y la aparición de otro tipo de patologías por el no reconocimiento de ciertos síntomas provocados por patologías no incluidas en el baremo.

Por ello, el actual baremo no se adapta a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas puesto que su enfoque gira en torno al modelo médico-rehabilitador de la discapacidad, es decir, se centra en el individuo y sus limitaciones, sin considerar los efectos e interrelaciones entre el entorno social y la realidad biológica. El nuevo baremo supondrá su adaptación a la Convención, es decir, a un modelo de derechos humanos, al modelo social, contemplando la interacción de cada persona con su entorno y la prestación de apoyos personalizados.

Este documento incorpora mejoras para el reconocimiento de situaciones vinculadas a la discapacidad orgánica, como la fatiga o el dolor, enfermedades reumatológicas o enfermedades que cursan con brote. Además, su implantación reduciría las desigualdades a nivel territorial. A pesar de que a juicio de la Liga Reumatológica Española (Lire) el nuevo baremo no es ‘ideal’, es necesario que se ponga en marcha para avanzar, puesto que es un trabajo consensuado en 2017 por todas las partes y se han realizado pilotajes con resultados satisfactorios en diferentes territorios. 

Las personas más vulnerables necesitamos respuestas más rápidas y ágiles de nuestras administraciones”, afirma Queiruga. Por ello, Lire, COCEMFE y su Movimiento Asociativo reclaman a las diferentes administraciones implicadas en los últimos trámites para su aprobación definitiva, que agilicen todo el proceso y para que las personas tengan una valoración adecuada de su discapacidad, que les permita acceder a los derechos y beneficios que implica y que tratan de compensar la falta de igualdad de oportunidades y el sobrecoste de tener una discapacidad.