Hemos oído hablar mucho sobre las enfermedades reumáticas (ERyMEs) y sus efectos inflamatorios crónicos en las articulaciones. Pero se dice poco sobre el hecho de que estas patologías pueden afectar a la faringe y provocar problemas serios en el habla o a la laringe, con lo que la deglución se convierte en un calvario para quien la padece. Ante estas situaciones, la figura del logopeda puede resultar de gran ayuda. Entrevistamos a Ana Vázquez, vicepresidenta del Consejo General de Logopedas, presidenta de la Liga Reumatológica – LIRE y paciente de enfermedades reumáticas
El 6 de marzo se celebra el Día Europeo de la Logopedia. Tal como explicamos en otro artículo, estos profesionales alzan la voz para pedir más logopedas en los hospitales y en los centros de enseñanza pública. Seguramente te preguntarás por qué la Liga Reumatológica Española – LIRE se dedica a informar sobre logopedia. Pues resulta que los procesos inflamatorios relacionados con las enfermedades reumáticas pueden provocar trastornos importantes, a veces severos, en acciones tan básicas y fundamentales para la persona como tragar o deglutir alimentos, oír correctamente o en el habla y la comprensión comunicativa.
Los pacientes de ERyMEs que también sufren estos problemas y algunos médicos especialistas en reumatología, a menudo no saben que un logopeda puede ser de gran ayuda. Para comentarlo y ampliar la información, hemos conversado con Ana Vázquez, logopeda profesional y pacientes de enfermedades reumáticas, además de presidenta de LIRE.
– ¿Qué tipos de trastornos/dificultades susceptibles de rehabilitación logopédica tienen o pueden llegar a tener las personas con enfermedades reumáticas (ERyMEs)?
las personas con enfermedades reumáticas sobre todo las de origen autoinmune , pueden sufrir trastornos como : pérdida auditiva, tanto en el oído medio como en el interno. Esto puede provocar sorderas moderadas, severas y hasta profundas. También son bastante frecuentes las alteraciones de la voz que van desde la disfonía a la afonía. Estas alteraciones o dificultades en el uso de voz tienen que ver tanto con el uso de algunos fármacos como a procesos inflamatorios y autoinmunes. Otro trastorno relacionado con las enfermedades inmunomediadas, son aquellos que afectan a la deglución. Es decir, la dificultad para tragar alimentos y hasta la propia saliva. Se trata de un trastorno grave que puede provocar una aspiración pulmonar y por tanto, una neumonía grave o la muerte.
Las ERyMEs también pueden acarrear dificultades por la inflamación de la articulación temporomandibular, esto supone desde la dificultad para articular un fonema hasta para masticar o simplemente encajar la mandíbula.
Las enfermedades reumáticas también pueden alterar otros procesos cognitivos con la memorización, evocación de palabras o estructuración del lenguaje. Esto, mezclado con los efectos secundarios de algunos fármacos, puede influir en el dolor, y en muchos casos en la sensación de malestar que provoca la propia patología.
– Puede alguna de estas afecciones que has mencionado, tener un impacto negativo en la calidad de vida de estas personas?
Cada limitación orgánica supone una merma de calidad de vida. Si una persona ya tiene una patología invalidante, crónica y limitante, como es la Artritis Reumatoide o la psoriásica, un lupus, etc y además sufre comorbilidades como una sordera o disfagia, evidentemente su calidad de vida disminuye considerablemente.
– Piensas que estas patologías de las que hablamos, las personas que las padecen ¿las relacionan con su enfermedad reumática o lo consideran aspectos diferentes?
– Las personas con enfermedad reumática y que presentan esta comorbilidad, ¿suele pedir asesoramiento o acudir a tratamientos?
Si que suelen acudir a tratamiento porque supone una merma importante para sus vidas. Los niños y los jóvenes especialmente buscan ayuda. Suelen acudir a consulta con otorrinos o neurólogos porque, lo que detectan son situaciones como “por qué yo podía recordar una conversación y ahora no soy capaz de recordar una frase o no soy capaz de encontrar esa palabra que me falta para expresar un concepto”. Eso es bastante habitual. Se llama anomia y es muy propio de personas que sufren trastornos relacionados con el dolor. Por lo tanto, las personas que se encuentran en estas situaciones sí que buscan ayuda profesional. Van al otorrino pero suelen acabar en la consulta del logopeda. Lo grave es que este tipo de tratamientos no están contemplados en el sistema público de salud. El problema es que nuestros médicos reumatólogos siguen tratando solamente la enfermedad. Entonces, todo aquello que tiene relación con la enfermedad pero no es propiamente la enfermedad, pues se queda en el tintero. Nos queda mucho camino para informar sobre todo lo que comporta una ERyME.
– ¿Cómo actúa el logopeda para resolver o paliar estos problemas laríngeos provocados por las ERyMEs? ¿Nos puedes dar algún consejo o ejercicio para hacer en casa?
Pues mira, cada paciente requiere una técnica y no hay una sola igual. Por ejemplo, para la disfagia hay técnicas que te ayudan de forma manual, a seguir el trayecto de el alimento desde la remolicion (movimiento que hace la lengua para amasar el alimento), hasta el cierre de glotis que es cuando se lleva el alimento por la laringe y todo el recorrido hasta el estómago. El tratamiento de la disfagia orofaríngea consiste en ejercicios que puedan ayudar a coordinar los músculos y aprender técnicas de deglución. En cambio, la disfagia no se puede evitar, sobre todo si su causa es de origen neurológico. Se puede reducir el riesgo ocasional comiendo despacio y masticando bien los alimentos. Es importante la detección y el tratamiento temprano.
Ana Vázquez es vicepresidenta del Consejo General de Logopedas, presidenta de la Liga Reumatológica – LIRE y paciente de diversas enfermedades reumáticas.
Deja tu comentario