Las espondilopatías son un grupo de enfermedades reumáticas que, a diferencia de prácticamente todas las otras, son más comunes en hombres. Hay tres afectados por cada mujer con alguna de ellas. Por ello, la experiencia de las mujeres que reciben este diagnóstico suele recibir poca atención
Para comenzar a remediar la situación, la Fundación Viatris para la Salud publicó recientemente el informe “El abordaje integral de la Espondilits Anquilosante en mujeres”. Esta guía ofrece pautas para el cuidado global de la salud de quienes conviven con espondilopatías.
En la investigación que dio origen al informe participaron asociaciones de pacientes y profesionales de la enfermería y la reumatología en varias comunidades autónomas. La Liga Reumatología Española (LIRE), la Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis (CEADE) y la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis) fueron parte de este proceso.
Aunque el dolor lumbar es uno de los síntomas más frecuentes en las espondilopatías, los médicos no suelen pensar en esta causa cuando una mujer consulta por ello. Además, según el informe, hay estudios que sugieren que los síntomas característicos (dolor, rigidez, cansancio o hinchazón de algunas articulaciones) se presentan de manera diferente en mujeres que en hombres.
La conjunción de estos factores retrasa la confirmación del diagnóstico correcto y la derivación a reumatología. Esto es muy importante porque un diagnóstico tardío demora también el inicio del tratamiento, lo que a su vez empeora la evolución de la dolencia y la calidad de vida.
Algunas de las consecuencias de la enfermedad y sus tratamientos (como la caída del cabello o el aumento de peso) pueden afectar más la autoimagen y autoestima de las mujeres, debido a las expectativas sociales que recaen sobre ellas.
Asimismo, las dificultades para la movilidad y la eventual pérdida de autonomía asociada a este diagnóstico pueden alterar la forma en que las mujeres viven su sexualidad. Algunas de ellas reportan menor actividad, satisfacción o deseo sexual, lo cual empeora aún más su calidad de vida.
Cabe destacar que algunas condiciones de salud mental que suelen acompañar a las espondilopatías, como la ansiedad o la depresión, son más frecuentes en mujeres. El informe indica que las mujeres tenían mayor riesgo que los hombres de tener problemas en esta esfera, citando el estudio “Atlas de la espondiloartritis axial en España”.
En la sociedad occidental en que vivimos, los trabajos del hogar y de cuidados de otras personas son ejercidos mayoritariamente por mujeres. Por un lado, una mujer con una condición debilitante de salud puede tener más dificultad que un hombre para delegar labores domésticas o, incluso, para encontrar a alguien que cuide de ella. Por otro, estas ocupaciones no son remuneradas, lo que empeora sus perspectivas económicas y aumenta aun más su vulnerabilidad.
Diversas estimaciones dan cuenta que las espondiloartritis son condiciones de salud de alto coste, con un gasto anual directo (atribuible al cuidado de la enfermedad) de entre 7.500 y 12.000 euros. También puede causar un impacto indirecto por ausencias laborales, días de baja, pérdida del empleo o la necesidad de jubilarse anticipadamente.
El informe advierte que aún no existen estudios de impacto diferenciado por género en muchas de estas áreas. Se hace necesario que la investigación incorpore este enfoque para obtener datos más precisos. Como podemos ver, las espondilopatías —dolencias que afectan principalmente a las articulaciones de la pelvis, las vértebras y las piernas— se asocian a un impacto directo y significativo en la calidad de vida de las mujeres que conviven con ellas.
Este informe da cuenta de la importancia de que los equipos médicos incorporen una visión más amplia sobre los efectos de las espondilitis en las mujeres. Es necesario que los profesionales extiendan su mirada para apoyarlas integralmente ante la globalidad de problemas, clínicos y no clínicos, a los que se enfrentan cuando reciben el diagnóstico.
Deja tu comentario