Las castañas han estado en nuestro paisaje desde siempre. Dicen que aprendimos a comerla en el Paleolítico. Pero no todo el mundo sabe que la conquista de América provocó una caída en picado del consumo de castañas en la Península Ibérica. En este artículo contamos la historia de la castañada o magosto o Gaztainerre, por citar varios de los nombres que se le han dado a esta tradición que sobrevive en toda España

 

Estamos en la fase final del segundo equinoccio del año. En el hemisferio norte, esto significa que los días son más cortos y crecen las horas nocturnas. En la antigüedad, esta era la época del final de las cosechas. Terminada la vendímia, el mundo agrícola se preparaba para recibir el páramo  del oscuro y frío inverno y se hacía celebrando lo vivido y recogido. La fiesta de la cosecha tiene sus orígenes en la civilización celta. Tenía un nombre: «Samhain» y era considerada como el «Año Nuevo Celta» (en gaélico, samhain significa «final del verano». Pero la llegada de los druidas añadió un nuevo significado a la celebración: empezó a considerarse tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo. En la tradición de los druídas, los sabios que actuaban como sacerdotes, maestros y jueces entre los pueblos celtas, el inicio del mes más oscuro, noviembre, era el momento en el que el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos era más delgado por lo que, seres fallecidos podían cruzarlo y acercarse a visitar a los lugareños. Así pues, en la víspera de Samhain se dejaban ofrendas, habitualmente castañas. La hogueras que se hacían para asarlas, proporcionaban calor a los vivos y marcaban en camino a los espíritus de los muertos, que moraban en la oscuridad.

¿Por qué se usaban castañas para la fiesta de la cosecha?

 

Los arqueólogos y  antropólogos han documentado el consumo de castañas, en la Península Ibérica desde el paleolítico. Se trata de un fruto muy común entre la cocina de nuestros ancestros. Además, algunos historiadores antiguos afirman que los Romanos decidieron plantar castaños en los territorios que iban conquistando. Con el tiempo, la castaña se convirtió en la base de la alimentación de la población, como fruto fresco, seco o molido para hacer harina. La época de maduración y recogida de las castañas es el otoño, justamente en el Samhain. Se dice que, en el norte de España, la castaña fue considerada como un manjar  ceremonial que ser servía, sobretodo en esta fecha señalada: el 1 de noviembre.

Con la llegada del cristianismo, la tradición se mantuvo aunque cambiaron los nombres. Se decretó que el paso de octubre a noviembre era la fecha señalada para la conmemoración de Todos los Santos (los que no tenían día señalado en el nuevo calendario impuesto por la Iglesia) y el día de los difuntos. Esto permitía mantener la costumbre, ya muy arraigada, de prender hogueras y asar castañas para alimentar a los que moraban en la oscuridad del otro lado.

Colón y el declive del consumo de castañas

 

Con la conquista de América, en 1492, el mundo cambió. Empezaron a llegar barcos cargados de unos productos desconocidos hasta el momento: el maíz y la patata. La gramínea americana y el tubérculo enraizaron perfectamente en el suelo ibérico. Con el tiempo, se generalizó su uso en la cocina, sustituyendo  a las castañas en la alimentación campesina y por extensión, también en las mesas de los burgos o ciudades. Pero una cosa es el día a día y otra muy distinta, el trato sagradao que mantenemos con el más allá. Por eso, la castaña se ha mantenido como la reina culinaria de la celebración de Samhain – Todos los Santos – día de los difuntos. Incluso actualmente, época en que la Ciencia imperante ha eclipsado a las tradiciones religiosas, se continua asando castañas la noche del último día de octubre en muchas Comunidades Autónomas españolas.

Magosto, Chaquetía, Castanyada, Gaztainerre….

  •  El magostomagostumagüestu o amagüestu es una fiesta tradicional en el norte de España. Se celebra en Galicia, Cantabria, Palencia, Asturias, León, Zamora, Salamanca​ y Cáceres (Las Hurdes) Se llama magosto a la hoguera preparada para asar las castañas en torno a la cual, se reúnen los vecinos para compartirlas y beber vino nuevo, sidra y orujo recién destilado después de la vendimia. Se dice que la palabra magosto puede venir de Magnus Ustus (gran fuego) o  de Magum Ustum (resaltando el carácter mágico del fuego). Al margen de las misas y los cánones eclesiásticos, también se llevan a cabo rituales tradicionales, tanto para purificarse, curarse, recordar a los antepasados, o visitar a algun sanador o mujer medicina.
  • En Extremadura, se denomina chaquetía o chiquitía a la merienda de los días 1 o 2 de noviembre. La fiesta se hace en el campo y se consumen frutos del tiempo como higos secos, nueces, bellotas, granadas, castañas y preparados como el dulce de membrillo o tortas típicas, bollas, o panes especiales. Según Wikipedia, es una tradición que se sigue llevando a cabo en localidades de las comarcas de Extremadura como Aceuchal, Almendralejo, Calzadilla de los Barros, Herrera del Duque, Usagre, Puebla de Alcocer, Coria, Moraleja o Mérida. En diversas poblaciones de Extremadura, la celebración recibe el nombre de día de las castañas. En lugares del norte Extremadura recibe también los nombres de chiquitía, calvochá, calbotes o magosto.
  • Gaztainerre o gaztañarre es el nombre por el que se conoce a esta celebración en Euskadi. En esa zona, las castañas asadas se comen durante la cena de Todos los Santos, acompañadas por caracoles o morokil (masa hecha a base de harina de maíz). Antiguamente, las castañas, todavía dentro de sus erizos eran almacenadas en lugares al aire libre llamados «ericeros», que se construían cerca de los castaños y de donde se iban cogiendo según las necesidades.
  • El amagüestu (también llamado magüestumagostu o amagostu) es la fiesta homóloga asturiana del magosto, con la variante del acompañamiento de las castañas con sidra dulce, bebida hecha con la manzana que no se fermentará durante el invierno para crear la sidra asturiana. También es conocido bailar la «Danza Prima» y «Riu Verde». En la vigilia de Todos los Santos se celebra el maguestu de Difuntos, en el que las familias asan las castañas alrededor de una hoguera.
  • En Cantabria la asadura de castañas se conoce con el nombre de Magosta. Se celebra en numerosos pueblos de la región, y en muchos de ellos se acompaña con la música tradicional bajo el son del «pitu y tambor» y canciones montañesas. En algunos pueblos cántabros como es el caso de San Mateo, Barros, la Magosta se celebra acompañada de una Romería Montañesa.

  • En la Castañada, la variante catalana y aragonesa de esta fiesta tradicional, las castañas asadas se acompañan de panellets, boniatos y fruta confitada, incluyendo la castaña confitada. La bebida típica de la Castañada es el moscatel. Parece que la costumbre de ingerir estos alimentos —altamente energéticos— proviene del hecho que durante la noche de Todos los Santos, vigilia del día de los muertos, se tocaba a muertos sin cesar hasta el amanecer; amigos y parientes ayudaban a los campaneros a realizar esta dura tarea, y todos juntos consumían estos alimentos para no desfallecer. Se suele representar con la figura de una castañera: una mujer mayor, vestida con ropa pobre de abrigo y con un pañuelo en la cabeza, delante de un puesto callejero para asar castañas.

Castañas y Enfermedades Reumáticas

Algunos se preguntarán: ¿qué hace la Liga Reumatológica Española – Lire hablando de castañas? Pues resulta que nutricionalmente, la castaña es un alimento interesante para añadir a la dieta de las personas que conviven con alguna enfermedad reumática. Dicen los nutricionistas, que este fruto seco otoñal está repleto de vitaminas del grupo B, además de minerales como el potasio, el hierro, el magnesio o el fósforo. También contienen vitamina A, indicada para la vista, y E, antioxidante y básica para los sistemas inmunitario y metabólico. Las castañas crudas también aportan vitamina C y ácido fólico. Su valor calórico es de 165 calorías por cada cien gramos. Las castañas, además, parece que resultan ser eficaces contra el ácido úrico.

Pues a comer castañas crudas o asadas para celebrar rituales, tradiciones o sencillamente porque es el tiempo de hacerlo y nos apetece. Y tú, ¿celebras esta fiesta?